Un edificio pasivo o ‘passivhaus’ es una construcción cuyo consumo energético es prácticamente nulo. Este valor de demanda máxima de energía primaria neta es de tan sólo 15 kWh/m²/año para una vivienda ubicada en la zona mediterránea.

Conozca cuáles son los requisitos de eficiencia y ahorro energético que aplicarán a los nuevos edificios que se construyan a partir del año 2020.

Características de un Edificio de Consumo Casi Nulo

El funcionamiento de un edificio EECN se basa en cinco principios básicos de aseguramiento de la calidad de la construcción que limitan el gasto energético:

• Excelente aislamiento térmico en envolvente y cubierta.
• Carpintería de altas prestaciones con baja transmitancia térmica en ventanas.
• Estanqueidad de los huecos que evite infiltraciones de aire.
• Ausencia de puentes térmicos.
• Ventilación mecánica con recuperación de calor en las renovaciones de aire (véase el siguiente artículo para conocer las técnicas disponibles).

Además, se incorpora la exigencia de una generación mínima de energía eléctrica cuando el objeto de la construcción o reforma supere los 5.000 m².

Por supuesto, en la concepción del edificio passivhaus se aplican técnicas para las contribuciones de las energías renovables para la climatización o calentamiento del agua.

Por tanto, el concepto de passivhaus, que proviene de un estándar alemán para el diseño arquitectónico, queda recogido en la última revisión del Código Técnico de la Edificación (CTE), bajo la denominación de Edificios de Energía Casi Nula (EECN).

Entorno normativo

La directiva europea 2010/31/UE establece, en su artículo 9, el marco temporal en el 31 de diciembre de 2020. A partir de esta fecha, todos los edificios nuevos deberán ser de consumo de energía casi nulo.

Esta normativa europea exige también, sobre todos los edificios de nueva construcción que sean propiedad de la Administración Pública y que su construcción o reforma se ejecute después del próximo 31 de diciembre de 2018.

Por tanto, para consultar las limitaciones que definen un EECN hay que irse a la recomendación de la Comisión Europea 2016/1318. En ese documento se define la eficiencia energética del edificio como la cantidad de energía necesaria para satisfacer el consumo de calefacción, refrigeración, ventilación, calentamiento de agua e iluminación.

A continuación, se acompañan los límites de energía primaria neta (demanda total menos cubierta por renovable in situ), expresados en kWh/m²/año, para las zonas climáticas del territorio español:

El problema reside en que el compromiso se define en término a la energía primaria, en lugar de la energía final que es lo que entiende el usuario del edificio. Todas las herramientas de simulación energética oficiales contemplan el cálculo de energía primaria. Para resolver esto, y dar una visión práctica al propietario del edificio, se define  unos coeficientes de paso para la conversión entre ambas.

Requisitos de eficiencia para un ‘passivhaus’

Por su parte, el actual CTE ha sido revisado recientemente para incluir las disposiciones de la anterior normativa en materia de eficiencia energética. Dicho código fija las condiciones de aplicación de obra nueva y reforma relevante a partir de 2019, con especial observancia a partir del hito 2020.

La aplicación de la normativa europea en España queda recogida en la propuesta borrador para la modificación del CTE HE.

En su anexo I, de julio de 2018, se establece o refuerza los siguientes requisitos que aplican en fase de diseño:

• Se debe justificar la exigencia en fase de proyecto del edificio o parte del edificio.
• Será necesario caracterizar los cerramientos y puentes térmicos.
• Se limita el coeficiente global de transmisión de calor del edificio, K, en 0,54 W/m²/K para una vivienda nueva en Madrid .
• Además, se define un límite al control solar en envolvente térmica de 2 kWh/m²/mes para edificios residenciales.
• También se evitarán las descompensaciones en particiones interiores y a las condensaciones intersticiales.

Calificación energética de la obra nueva en España

Nos preguntamos cómo está el parque de nuevas viviendas en España en relación con sus vecinos europeos.

Según el proyecto Zebra 2020 tan sólo el 8% de la vivienda nueva del año pasado cumpliría con una calificación de EECN (equivalente a clase A). Este dato contrasta con los países nórdicos donde la demanda energética es más alta y el gasto energético en sus hogares.