¿Cuál es el sistema de calefacción más adecuado para mí?. Te habrás preguntado eso muchas veces al pensar en instalar un aparato de aire en tu hogar o empresa. Pues bien, hoy te vamos a responder a esta cuestión, presentándote los beneficios de cada tipo de calefacción, así como el consumo medio de cada uno de ellos.
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La calefacción es un servicio de necesidad vital para muchas personas, sobre todo en meses de invierno si se vive en climas fríos.
Existen diversos tipos de sistemas de calefacción para instalar en un espacio. Calderas, bombas de calor, radiadores eléctricos, suelo radiante… muchas opciones de calefacción de bajo consumo a elegir.
Dependiendo de nuestras necesidades, además de presupuesto y consumo, elegiremos uno u otro sistema, así que qué mejor ayudarte a escoger si estás indeciso/a:
La primera opción que te presentamos es el calor que nos aportan los radiadores eléctricos tradicionales. Aunque sea un sistema antiguo, han ido evolucionando con los años y es considerado un tipo de calefacción de bajo consumo.
Funcionan gracias a la unión de varios elementos de aluminio con canales internos donde viaja aceite de baja densidad. Tiene una fácil instalación, no necesita mantenimiento y nos proporciona ahorro energético y económico.
Esta opción funciona similar a las calderas tradicionales. En lugar de quemar combustible fósil, arde con otro combustible menos perjudicial para el medio ambiente.
Es de procedencia natural y el calor proviene de un circuito de agua. Son calderas totalmente ecológicas, son sistemas seguros y sostenibles y aparte de generar calefacción, también calienta el agua.
En la tercera opción de calefacción encontramos este sistema de calor que imita al proceso realizado por el Sol para nuestro planeta Tierra. La calefacción por infrarrojos de bajo consumo regula la temperatura con un termostato que se conecta a la red eléctrica y detecta a través de infrarrojos las personas que se encuentran en el espacio para aportarles calor.
Con esta solución ahorraremos entre un 30 a un 50% de energía en comparación con los métodos de calefacción tradicionales. Es un producto seguro, sin ruidos y tiene una sencilla instalación.
Este método de calefacción que presentamos a continuación tiene un doble cambio de flujo refrigerante que le hace funcionar perfectamente para caldear una habitación. Podemos elegir también el foco de frío que contiene, además de elegir si aumentar la energía que usamos o disminuirla a nuestro gusto.
En una tecnología en continuo avance y contiene menos gasto energético que las calefacciones convencionales.
Finalmente, nuestra opción recomendada es el suelo radiante. Este sistema emisor de calefacción trabaja a partir de tuberías en las que circula agua caliente bajo en pavimento. Dicho fluido puede calentarse por sistemas convencionales (caldera) o renovables (bomba de calor geotérmica).
Si calentamos el suelo de una habitación, calentaremos todo el ambiente, porque el aire viaja hacia el techo. Es un tipo de calefacción de las más recomendadas en los climas muy fríos y muy respetuosa con el medio ambiente.
Fuente: habitissimo
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