Algunos consejos para que tenga a punto su caldera de gas mural individual. Conozca en qué consiste la revisión obligatoria y por qué es recomendable realizarla periódicamente.
Hace unas semanas publicamos un artículo en el blog en el que se que se indicaba que las calderas de gas murales de potencia inferior o igual a 70kW deben ser revisadas por su propietrio o usuario cada 2 años por un técnico especialista, según normativa local.
Adicionalmente, la empresa distribuidora de gas está en el derecho de revisar cada 5 años las instalaciones de gas canalizado. A tal efecto, tiene la obligación de avisar al titular con, al menos, cinco días de antelación y de mandar un inspector. La inspección de la distribuidora la paga el usuario consumidor, que recibirá el cargo en la siguiente factura de gas.
Por tanto, conviene que digitalice el informe con el certificado de la revisión bianual de su caldera para presentar en una futura inspección.
Lo más importante es la utilidad de la revisión pues facilitará la puesta a punto de los parámetros de combustión y su mantenimiento preventivo.
El coste de la revisión completa está entorno a los 75 – 100 euros (IVA incl.). Tenga en cuenta que el precio de estas operaciones de mantenimiento es libre y lo abona el usuario.
En el caso de las instalaciones domésticas individuales (potencia inferior a 70 kW), se debe tener en cuenta que no es necesario suscribir un contrato de mantenimiento.
Informamos de los pasos realizados en la revisión de una caldera de gas natural de 24kW. En primer lugar, le aconsejamos que contacte con un profesional autorizado y que se asegure de que tenga en vigor la licencia, antes de ejecutar la revisión. Posteriormente a la solicitud de varios presupuestos se escogió una empresa cuyo alcance de trabajos y pasos fueron:
Empleamos un analizador de gases para la medición de los parámetros de combustión. Para ello aplicamos el procedimiento de medida operando la caldera con plena carga después de 5 minutos de su puesta en marcha. La sonda de gases se ubicó a la salida de gases en un orificio practicado a unos 15 cm del tiro y se esperó 2 minutos hasta el registro de la medida.
Se acompaña el ticket resultante con los principales parámetros de combustión a la salida de los gases. El calor latente perdido por los gases representa un 13%, con lo cual el rendimiento instantáneo en régimen de plena carga es del 87%.
La estimación de este rendimiento instantáneo se basa en el método indirecto como resultado de aplicar la fórmula adaptada de Sieggert.
A continuación, se muestra el diagrama Sankey con el balance energético del proceso de combustión:
Como única anomalía, indicar que los niveles de emisión de CO2 el porcentaje se encuentra por debajo del valor asumible (>4,5%) para calderas de gas natural.
El rendimiento estacional de una caldera contempla las pérdidas debidas a los periodos de parada en donde cede calor al ambiente a través de su envolvente, hasta enfriarse y, además, cede calor al circuito de humos debido a la circulación de aire en los periodos de parada y en las arrancadas en el proceso de prebarrido. Estas pérdidas de calor son conocidas como pérdidas por disposición de servicio.
Por tanto, el rendimiento estacional es el que mide la eficiencia real del equipo de climatización, y será siempre inferior al rendimiento instantáneo medido anteriormente.
Este parámetro de eficiencia se calcula según la siguiente expresión:
donde:
El resultado obtenido: 83,10% indica que la caldera se encuentra en buen estado pues el rendimiento de la combustión es aceptable. Sin embargo, se recuerda que dicho valor se encuentra por debajo del requisito exigido para calderas instaladas en obra de nueva construcción (según RITE).
Nos planteamos si nos compensa sustituir la caldera analizada, con más de 15 años de antigüedad, por otra de condensación, más moderna y eficiente. Las calderas de condensación tienen un mejor rendimiento (hasta un 108 – 110%) pues recuperan el calor latente de los gases de escape. En contrapartida, requieren de una instalación para la recogida del agua condensada que encarece la inversión necesaria (1.200€; repartidos en 850 de caldera y 350 de instalación, IVA no incl.).
Para el perfil de consumo actual de la caldera analizada, el ahorro anual que supondría reemplazarla por una de condensación sería de tan sólo 110€ (cálculo del ahorro considerando que la caldera de condensación tiene un rendimiento del 105% y para un coste del combustible de 0,045/kWh).
Por tanto, el retorno de la inversión es de 11 años, desconsiderando el valor residual de la caldera actual. En conclusión, nuestra recomendación es demorar la sustitución del equipo hasta una próxima revisión oficial, pues el estado actual es bueno, no existe una anomalía grave y no requiere de un mantenimiento costoso.
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