El pasado 21 de enero se declara la emergencia climática y ambiental en España. Entre sus objetivos está el definir la senda de descarbonización que asegure la neutralidad climática para 2050.
Esta declaración supone un hito, a partir del cual, muchas organizaciones querrán conocer su huella de carbono, definir y publicar su compromiso de reducción de CO2.
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Es un indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.
La huella de carbono se mide y expresa en masa de CO2 equivalente. Una vez conocido el tamaño y la huella, es posible implementar una estrategia de reducción y/o compensación de emisiones.
En la mayor parte de los casos el plan de reducción / absorción se basa en la reforestación de bosques según publicación del ministerio.
Los tipos de huella de carbono son de organización o de producto.
El impacto ambiental es medido llevando a cabo un inventario de emisiones de GEI o un análisis de ciclo de vida según la tipología de huella.
Para ello deberán seguirse alguna de las normativas internacionales reconocidas, tales como UNE 14064 o GHG Protocol, entre otras.
El proceso consiste en un análisis de las emisiones, directas o indirectas, de GEI de una organización a lo largo de un año o periodo determinado, generando un inventario de las mismas.
Se distinguen tres tipos de alcances que agrupan las fuentes emisoras de gases de efecto invernadero que puede tener una organización:
Por defecto, el cálculo de la huella de carbono abarca el alcance 1 + 2 ya que es más sencillo y requiere de un menor esfuerzo en la toma de datos.
Se acompaña una secuencia de pasos a realizar para el cálculo de la huella de carbono en una organización y en sus diferentes alcances:
El registro es voluntario por parte de las organizaciones españolas como compromiso para su reducción de la huella de carbono.
Las inscripciones en el Registro serán gratuitas, y la creación del mismo no supone aumento del gasto, ni requiere incremento de dotaciones, ni de retribuciones, ni de otros gastos de personal.
El registro se estructura en tres partes:
Finalmente, una vez calculada la huella de carbono, una entidad externa debe auditar que el proceso de cálculo de la huella de carbono ha seguido los estándares y normativas.
En Madrid hay cinco empresas acreditadas por la ENAC para la verificación del cálculo de la huella de carbono (y en general de gases de efecto invernadero GEI).
Una vez que la entidad de certificación ha emitido la conformidad con la norma, se pueden realizar los trámites para incorporar la organización en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono en el registro del Ministerio de Transición Ecológica.
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