Cada vez son mayores las exigencias medioambientales que se aplican sobre los gases refrigerantes con potencial de calentamiento atmósferico.
Por esta razón, el sector del frío industrial se encuentra inmerso en una etapa llena de incertidumbres e inestabilidades normativas. Hace tiempo que se trabaja en la búsqueda de un nuevo refrigerante sostenible, seguro y económico que dé un soplo de «aire fresco». La tendencia apunta al regreso a los refrigerantes naturales.