Contrato a precio fijo o variable?
El suministro eléctrico es un servicio commodity, en donde el precio es el principal factor diferenciador.
Sin embargo, existen otros aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir entre la amplia oferta actual de comercializadoras. Conozca algunos consejos y recomendaciones para orientarle en la elección del contrato de luz que más se ajuste a sus necesidades.
No es fácil interpretar correctamente una factura de luz, por lo que se detallan algunas consideraciones que debe de tener en cuenta antes de cambiarse de comercializadora, o bien, para ajustar el contrato actual de su negocio.
La factura tiene unos costes fijos y otros variables en función del consumo. Los costes fijos guardan relación con los siguientes conceptos, que se aplican en este orden:
- Términos de potencia (€/kW, regulado por BOE)
- Impuesto especial de la energía (5,11%)
- Alquiler de equipos de medida (opcional)
- Costes de gestión (depende de la comercializadora)
- Impuesto Valor Agregado (21% IVA)
Por otra parte, los costes variables guardan relación con el consumo energético(€/kWh), sobre el que también se aplica los siguientes conceptos:
- Impuesto especial de la energía (5,11%)
- Impuesto Valor Agregado (21% IVA)
Por consiguiente, las posibilidades de ahorro y optimización en su factura de luz se circunscriben a las siguientes acciones:
- Ajustar las potencias contratadas para, de esta forma, minimizar la cuota fija por este concepto
- Reducir o eliminar las penalizaciones por uso de energía reactiva, en el caso de que aplique
- Negociar el mejor coste unitario de energía por cada periodo, o valorar otras alternativas de coste variable (tarifa indexada)
Paso 1: Conozca cuál es su consumo
Lo habitual es que el contrato de su negocio se corresponda con una Tarifa 3.0 (> 15 kW), diferenciando tres periodos de facturación: pico, valle y llano en baja tensión.
Por tanto, lo primero que debe hacer es reconocer cuáles son las potencias que tiene contratado y los consumos para cada uno de estos tres periodo de facturación. Esta información viene recogida en el detalle de su factura. Es conveniente que agregue los valores de los últimos doce meses de su consumo.
Paso 2: Identifique las mejoras en la facturación de su suministro eléctrico
El principal ajuste de su contrato reside en comprobar si las potencias contratadas están ajustadas a las potencias que registran sus maxímetros en cada uno de los periodos de facturación. Existe un algoritmo que establece el importe de la potencia facturada dependiendo de los valores máximos registrados en el periodo de facturación. De esta forma, dependiendo de la curva de demanda de potencias máximas registrada al año, puede resultar de económico reducir las potencias contratadas hasta un umbral óptimo. Tenga en cuenta que en tarifas 3.0 no existe el limitador establecido por el Interruptor de Control de Potencia.
Sugerimos que contacte con un asesor especializado para que le haga este estudio y le recomiende acerca de si le compensa solicitar un ajuste de potencias a la empresa distribuidora. Sepa que tiene derecho a un ajuste de potencias por cada periodo anual de su contrato.
Algunos aspectos a evitar en su factura guardan relación con las penalizaciones por un mal ajuste de su factor de potencia (f.d.p). Algunas instalaciones contienen equipos (principalmente motores) que consumen energía reactiva y que son susceptibles de aplicar un recargo en el caso de que el f.d.p sea inferior a 0,95. En el caso de que su recargo por reactiva sea considerable (superior al 5-10% del total de su factura) conviene que analice la conveniencia de instalar unas baterías de condensadores que palíe este punto.
Paso 3: Compare su suministro eléctrico con la oferta del mercado
Una vez recopilada esta información, le recomendamos que acceda al comparador de ofertas de energía que publica la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y valore su contrato con la oferta del mercado.
Para ello deberá introducir el importe de la mayor de las potencias contratadas (normalmente la del periodo valle, expresado en kW); el consumo anual expresado en kWh, y finalmente, seleccionar la opción de «discriminación horaria en tres periodos». Posteriormente podrá ajustar el consumo energético por periodo antes de conocer de forma exacta el coste actualizado anual para todos los productos y comercializadoras que operen en el código postal de su punto de suministro.
Actualmente existe una amplia oferta de comercializadoras que prometen un mejor ahorro en su factura, y con este útil comparador conocerá la variación en el coste relativo entre todas ellas. Observe que en algunos casos puede haber una diferencia del 50% entre la oferta más económica y la más cara. Aquí reside la principal palanca de su ahorro.
Antes de decidirse por cambiar, conviene que valore al menos dos ofertas, a ser posible de distinta comercializadora, y que tenga la capacidad de poder ser fácilmente comparables entre sí.
Además, debe verificar si su contrato tiene compromisos de permanencia o incluye penalizaciones económicas al consumidor por su cancelación (normalmente se aplican del 5% sobre el consumo estimado hasta finalización del contrato).
Tenga en cuenta que hay comercializadoras que ofrecen productos más caros pero que garantizan que su energía es verde pues proviene de fuentes renovables libre de CO2: eólica, hidráulica y solar. Esto puede ser interesante si su negocio está comprometido con la sostenibilidad ambiental.
Una alternativa de ahorro: contrato indexado a pool
El precio unitario de la energía varía en función de la demanda, presentando picos en el horario punta intradía. La energía eléctrica tiene un coste promedio anual de unos 39,6 €/MWh en el mercado SPOT (datos de 2016, fuente OMIP), presentando un valor máximo en los meses de noviembre y diciembre. Los valores futuros en 2017 indican que la tendencia de subida de los precios continuará aunque se estabilizará en torno a los 44-46 €/MWh para 2017.
La mayoría de los contratos se están firmando con un precio fijo de comercialización de la energia que oscila entre 90 y 130€/MWh, dependiendo del volumen de consumo, localización y de la comercializadora. Este valor incluye, sobre el precio anterior, la cuota de acceso, interrumpibilidad; servicios de ajuste; pago por capacidad y margen de la comercialización, principalmente. En el caso de contratos a precio fijo, el valor se establece en la firma del contrato y tiene una vigencia de 1 o 2 años, dependiendo del caso.
Existe en el mercado una alternativa que consiste en contratar un precio variable en función del precio del mercado cada día: contrato indexado a pool. Los grandes consumidores han adoptado esta modalidad en determinados periodos económicos para lograr significativos ahorros en sus costes energéticos. Cada vez más desde pequeños y medianos consumidores adoptan esta forma de contratación que ha empezado a popularizarse a partir del 2013.
El contrato indexado tiene la ventaja de ser hasta un 20% más económica que los contratos a precio fijo, pues no aplica las primas de riesgo que las comercializadoras aplican en contratos a precio fijo. Sin embargo presenta algunos riesgos que debe valorar antes de decidirse por esta modalidad:
- Ciclos alcistas de precios en periodos con fuerte volatilidad en el precio del petróleo
- Estacionalidad de su negocio concentrada en meses donde el coste de la energía alcance valores pico
- Flexibilidad de su contrato para cambiarse a otro de precio fijo llegado el caso
En conclusión, las posibilidades de ahorro en los costes de su suministro eléctrico son altas, dependiendo del perfil de su consumo. Para poder sacarle el máximo resultado conviene que se deje aconsejar por un asesor energético independiente.
Un artículo interesante y detallado con información muy útil. Está claro que con un buen asesoramiento se pueden conseguir importantes ahorros.